Gobernaciones: ¿qué tal si descentralizan la Educación Superior Rural?

A mediados del año 2019 el DANE dio a conocer las cifras de personas que viven en zonas rurales, en el país. Según la entidad, de los cerca de 48 millones de habitantes que tiene Colombia, 11.5 millones lo hacen en territorios rurales (incluye rurales dispersos), lo que equivale a un 23% del total de la población. Aunque la cifra es menor a lo que en su momento se esperaba, no es nada despreciable y nos plantea una pregunta ¿Cuál es la política de Estado para atender, en este caso el servicio de educación superior, a este cuarto de población que está “atrapada” en condiciones desfavorables para su desarrollo?

8 de marzo de 2021

A mediados del 2019, el Dane dio a conocer las cifras de personas que viven en zonas rurales en el país. Según la entidad, de los cerca de 48 millones de habitantes que tiene Colombia, 11,5 millones lo hacen en territorios rurales (incluye rurales dispersos), lo que equivale a un 23% del total de la población. Aunque la cifra es menor a lo que en su momento se esperaba, no es nada despreciable y nos plantea una pregunta ¿Cuál es la política de Estado para atender, en este caso el servicio de educación superior, a este cuarto de población que está 'atrapada' en condiciones desfavorables para su desarrollo?

 

Si bien el Ministerio de Educación Nacional publicó a mediados de 2018 el Plan Rural de Educación Superior en el que establece objetivos, líneas de acción, estrategias y rutas de implementación, éstas no se han visto reflejadas, del todo, en el Plan Nacional de Desarrollo (PND)“Pacto por Colombia pacto por la equidad 2018-2022”. Este señala en su objetivo cuatro más y mejor educación rural: “…promover la ampliación de oferta técnica, tecnológica y universitaria en áreas relacionadas con el desarrollo rural y las vocaciones regionales…” y en el objetivo 5 la apuesta para impulsar una educación superior incluyente y de calidad:  “Min Educación promoverá el acceso y permanencia en la educación superior de jóvenes provenientes de zonas rurales, a través de una revisión y reenfoque de las Alianzas Rurales de Educación y Desarrollo (Ared) en programas técnicos, tecnológicos y profesionales, que tengan componentes pertinentes para la ruralidad y las necesidades de los territorios y estén articulados con proyectos productivos”. A la fecha, sin embargo, no se han tenido convocatorias para darle continuidad a las Ared que iniciaron con el Gobierno Santos. Tampoco se ha generado la política que prometió el PND.

 

Si el Ministerio de Educación, como cabeza del sector, no ha actuado aún, ¿por qué no invitar a los gobernadores y gobernadoras para que cada departamento genere su propia política de educación superior (que tenga por supuesto un capítulo para la ruralidad), justamente, haciendo uso de su autonomía en educación?, ¿qué mejor estrategia sería para el Gobierno nacional que cada departamento, que conoce sus necesidades, sus fortalezas y sus debilidades, formulen sus propias políticas con diagnósticos, objetivos, estrategias, acciones y metas?

 

Esas políticas deberían ser implementadas por las Instituciones de Educación Superior (IES), públicas y privadas del departamento y ser fiscalizadas por las Secretarias de Educación. Y aquí se plantea otro actor en la ecuación de la educación superior rural: las IES que gozan de autonomía consagrada en la Ley 30 de 1992 y que crean sus propias políticas o planes de Educación Superior Rural o de regionalización, deberían armonizarlas en una misma dirección con las departamentales, para que al final propendan por la generación del desarrollo de los campesinos y por supuesto del departamento.

 

Si Colombia, y en especial la Colombia rural, profunda, quiere avanzar y que nuestros jóvenes y adultos campesinos tengan acceso al desarrollo por medio de la educación, se hará necesario que los gobernadores dejen de delegar en el gobierno central las políticas y tomen las riendas del destino de la educación de los miles de jóvenes que actualmente están en los campos esperando oportunidades, sin salir de sus parcelas.  Gobernadores, llegó el momento de actuar y convertirse en constructores del cambio social en cada uno de sus departamentos, llegó el momento para sembrar la semilla del progreso. La decisión está en sus manos.

 


Juan Carlos González González es comunicador social y periodista, consultor en proyectos de desarrollo regional y educación superior rural y coordinador nacional de la estrategia CampoUNAD de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia - UNAD. 


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