Ojalá que quienes votaron por la esperanza del cambio también traten de entender a quienes no miran con la misma devoción al presidente de los colombianos y mantienen cierta prevención al momento de recibir los anuncios de cada reforma que pretende hacer.

Por: Brigadier general (r) Pablo Federico Przychodny Jaramillo

Tenemos empleados pésimamente formados por la tolerancia con la dictadura sindical de Fecode.

Por: Enrique Gómez

Todavía quedan por escribirse algunas líneas sobre quiénes serán los mayores perdedores de toda esta historia.

Por: Fernando Ruiz

El oncólogo Andrés Cardona, médico egresado de la Universidad del Rosario, con quien tuve la oportunidad de dialogar al respecto, ha consagrado su proyecto de vida a la investigación de esta enfermedad.

Por: Alejandro Cheyne García

La Colombia inmensa que marchó con sensatez, madurez y paz renacerá en 2026. Por ahora, resistirá, mientras el paso del tiempo y el desastre de la “potencia mundial de infamia” les permite a las mayorías silenciosas ejercer, de nuevo, su derecho en las urnas.

Por: María Andrea Nieto

El manual tarifario que expidió el Ministerio de Salud para 2024 también tiene enfurecidos a los médicos. Una punción lumbar se la pagan al médico a 16.300 pesos, cuando antes estaba en 120.000 pesos. Con 16.300 pesos no se paga el parqueadero de la clínica.

Por: Alberto Donadio

La caótica organización política y económica contemporánea, caracterizada por la competencia entre potencias, es el primer obstáculo para que haya siquiera una aproximación genuina y completa a la transición.

Por: Aurelio Suárez Montoya

En Colombia, según estadísticas de la Policía Nacional, entre enero y agosto del 2023, se presentaron 8.295 delitos sexuales contra menores, de los cuales 4.605 fueron contra niños y niñas, y 3.690 contra adolescentes.

Por: Diana Saray Giraldo

Incorregible narcisista, le fascinan la visibilidad y las innumerables gabelas que otorga el cargo, más que el hecho de gobernar.

Por: Salud Hernández-Mora

Presidente, espero responda a estas palabras sin usar el lenguaje del odio y la división. Los presidentes, por definición, deben ser grandes hombres que no sucumben en el lenguaje de la violencia. Todavía le quedan poco más de dos años para hacer historia por lo bueno y no por lo malo.

Por: Luis Carlos Vélez